En 2010 Irina y Martín decidieron unir sus largas trayectorias profesionales para dar rienda suelta a su gran pasión: una peluquería basada en la estética y cuidado natural del cabello. Así nació Rulo.
Desde entonces, el corte a mano libre y el uso de las mismas como herramienta de peinado se han convertido en una parte fundamental de su identidad, cuya esencia reside en destacar y no esconder las cualidades naturales del cabello de cada cliente. Abrazar sus defectos y trabajarlos para conseguir un look único y personal.
Hoy Rulo cuenta con un selecto equipo de estilistas que, además de compartir una misma filosofía, aportan su visión personal, talento y dedicación al salón. Como Irina y Martín, adoran lo que hacen. Ese cariño es el mejor reflejo del carácter de Rulo.